Rut era una joven nacida en el país de Moab, por tanto no pertenecía al pueblo de Israel.
Noemí era
israelita. Ella, su esposo y sus dos hijos se fueron a vivir a Moab cuando
había poco alimento en Israel. El esposo de Noemí murió y sus dos hijos se
casaron con dos moabitas llamadas Rut y Orfa. Cuando murieron los dos hijos,
Noemí decidió volver a su tierra, sus nueras la acompañaron porque querían
estar con ella.
Habían
realizado una parte del camino cuando Noemí les pidió que regresaran a su
tierra, pensaba que estarían mejor entre los suyos. Orfa emprendió el viaje de
regreso, pero Rut no hace intención de volver.
Ante la
insistencias de Noemí para que regrese, Rut le dice: "¡No trates de hacer
que te deje! Déjame ir contigo. Donde tu vayas yo iré, y donde vivas, viviré.
Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tu mueras yo moriré, y
allí me enterraran". Al oír esto, Noemí acepta que la acompañe.
Las dos
mujeres completan el viaje y se establecen en Belén, patria del marido de
Noemí.
Tenía
Noemí un pariente de su marido llamado Boz, que permitió a Rut ir de espigadora
a sus campos.
Un día Boz
le dijo a Rut: "Se lo que has hecho por tu suegra después de muerto su
marido, que has dejado tus parientes y la tierra en que naciste para venir con
ella a un pueblo para tí desconocido. Que Dios te pague lo que has hecho y
recibas cumplida recompensa".
Pasado
algún tiempo Boz y Rut se casaron. Su primer hijo se llamó Obed que fue padre
de Jesé y, por lo tanto, abuelo del rey David.
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