EL PROFETA SAMUEL
Elcaná y Ana eran un matrimonio judío que no podían tener
hijos. Ana fue al Templo y rezó a Dios, llorando le pedía tener un hijo y si
Dios se lo concedía, ella se lo consagraría a Él.
El sacerdote Elí la escuchó y le
dijo que Dios le concedería aquello que le pedía. Y, efectivamente, Ana y
Elcaná tuvieron un hijo al que llamaron Samuel, que significa “mi nombre es
Dios”.
Como le había prometido Ana a
Dios, llevó a Samuel al Templo, para que el sacerdote Elí le enseñara a servir
a Dios y a encontrarse con Él.
Una noche, mientras Samuel
dormía, escuchó una voz que le despertó, llamándole por su nombre. Samuel se
levantó y fue a ver para qué le llamaba el sacerdote Elí, pero Elí le dijo que
no le había llamado, que volviera a dormir. Samuel escuchó la llamada
nuevamente y Elí le respondió lo mismo que la vez anterior. Samuel escuchó que
le volvían a llamar y fue ante Elí, que comprendió que era Dios quien llamaba
al niño y le dijo: “La próxima vez que escuches la llamada, responde: “Habla,
Señor, que tu siervo escucha””.
Samuel volvió a la cama y
cuando escuchó que le llamaban por su nombre, respondió lo que le había dicho
el sacerdote Elí. Aquella fue la primera vez que Dios habló con Samuel, que al
escuchar a Dios y poder hacer su voluntad, fue feliz.
Samuel se convirtió en uno de
los grandes profetas de Dios. Recibía sus mensajes, hablaba en su nombre y
enseñaba a las personas a relacionarse con Él y cómo obedecerle. También fue
uno de los jueces de Israel y nombró reyes a Saúl y a David.
2 comentarios:
Nos ha gustado mucho la pelicula gx profe
Me lo he leido todo y ahora voy a seguir por el blog
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